Vivimos en una eterna despedida. Personas van y vienen, nosotros nos vamos y regresamos. Pero en cada despedida existe la esperanza del reencuentro. Reencuentro de personas y de lugares, de un tiempo mejor. Por más que el "adiós"aparente ser definitivo, es siempre posible reencontrarnos con todo aquello aunque sea en la memoria, en el recuerdo de lo vivido. Eso es lo que realmente importa, mantener vivas las experiencias y lo compartido.
Cuando decimos adiós , dejamos tácita la posibilidad concreta o abstracta del reencuentro. Todo y todos viven en nosotros .
Para celebrar las despedidas y los encuentros, dos canciones de Adriana Calcanhoto, cantante y compositora versátil, contemporánea, urbana y con una voz muy dulce: "Maresia" y de Cazuza "Mulher sem razão"
